Durante mucho tiempo, la teoría económica se ha centrado en el comportamiento racional de los agentes económicos y ha hecho suposiciones sobre cómo toman decisiones. Sin embargo, la economía conductual ha surgido como una disciplina que destaca la importancia de los factores psicológicos y emocionales en la toma de decisiones económicas. Aquí hay algunos ejemplos de cómo la economía conductual ha ofrecido una nueva perspectiva a las teorías económicas:
1. Teoría de la elección
racional vs. comportamiento efectivo: La economía convencional asume que los
agentes siempre toman decisiones racionales y buscan maximizar su utilidad,
mientras que la economía conductual demuestra que los agentes pueden verse
afectados emocionalmente por diferentes factores y, por lo tanto, no siempre
toman DECISIONES
ÓPTIMAS o incluso lógicas.
2. Las decisiones
enmarcadas: La economía conductual ha demostrado que la forma en que se
presenta información puede afectar las decisiones que tomamos. Por ejemplo, la
forma en que se presenta una opción puede hacerla más o menos atractiva,
independientemente de su valor objetivo.
3. La primacía del presente:
La economía conductual destaca la importancia de la gratificación instantánea y
cómo esto puede afectar a la toma de decisiones en el largo plazo. Por ejemplo,
la gente puede optar por no ahorrar para el futuro para TENER
MÁS DINERO para gastar en el presente, a pesar de que
el ahorro sería la decisión racional a largo plazo.
4. Los sesgos cognitivos: La
economía conductual ha identificado muchos sesgos cognitivos que afectan la
toma de decisiones económicas, como el sesgo de confirmación, la aversión al
riesgo y la influencia de las normas sociales.
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