Aprender a controlar la ira

Tú puedes aprender a controlar la ira en medio de las situaciones más difíciles, es un entrenamiento que te lleva a la paz y que te permite ver la vida con mucha mayor tranquilidad.

¿Por qué se experimenta la ira?

Todas las personas experimentan la ira en diferentes momentos de sus vidas, lo anormal es que eso suceda muy a menudo. La ira puede tener varias razones:

• Las cosas salen mal.
• Las personas no se comportan como tú lo esperas.
• Recibes una ofensa.
• Te critican.
• Te sientes amenazado.
• Etc.

La ira tiene orígenes en nuestros antepasados y era necesaria para la supervivencia, por ejemplo alguien que no era capaz de defender su comida, estaba condenado a morir de hambre. Pero ahora ya no se necesita la ira en ninguna cosa, porque existen mejores formas de defender una posición y lograr diversos objetivos.

La ira también puede estar ligada al temperamento con el cual se nace, también tiene origen en la niñez, los niños que no aprendieron a controlarse en su etapa formativa dejaron una tendencia hacia perder la paciencia con facilidad, pero eso puede ser cambiado a través de la inteligencia emocional.

¿Cómo controlar la ira?

• Acepta que la ira solo puede afectarte a ti:

Por mucho que te enfades con otra persona o situación, al final la ira solo te afecta a ti, eres tú quien pierde el control y pueden haber consecuencias graves. Muchas personas han muerto por un enojo y lo irónico es que las otras personas quizás ni se dan cuenta de que tú estás sufriendo. Cuando lo ves desde esa perspectiva tienes que establecer el objetivo de controlar la ira.

• Tu felicidad no puede estar atada a las acciones de los otros:

Imagina que tu jefe lanzará una moneda para definir qué día te pagará y cuál no. ¿Qué pensarías? Que esa decisión es ridícula, ya que mereces tu salario todos los días. Un análisis parecido debes hacer respecto a la felicidad, no puede estar atada a las acciones de las demás personas, acepta a la gente como es y dale un sentido muy práctico a tu vida. En el momento en que aceptes a las personas serás libre, dejarás de sufrir.

• Cambia tu actitud primero y el entorno y las personas también lo harán:

Haz la prueba de hablarle en forma positiva en la gente, destacando sus cualidades. Notarás que ellos se sentirán muy bien y tu trato mejorará. Si decides cambiar de vida, dejando atrás malas conductas, ya no habrá ningún espacio para la ira, simplemente estarás tan ocupado en las cosas buenas que ejercerás un gran control de ti mismo.

• Debes madurar:

¿Cuántas personas se enfadan por tonterías? Es obvio que si siempre estás a la defensiva notarás una actitud reacia de las personas. Tan solo vive, disfruta las cosas, aún las negativas. Puedes utilizar LA AUTOHIPNOSIS para recibir un conjunto de ideas espléndidas que harán que te concentres exclusivamente en lo bueno de la vida, tendrás una mayor madurez, no te dejarás arrastrar por ninguna situación.

• Busca un tiempo para el recogimiento espiritual:

Descansa lo suficiente, realiza un recorrido en el bosque y dedica un tiempo para el recogimiento espiritual. Hay diversas técnicas de relajación que harán que tu ritmo cerebral esté mucho más bajo, con el entrenamiento seguido, notarás que tus patrones de conducta comienza a cambiar, ahora te sientes mucho más tranquilo, tolerante, maduro y con gran autodominio. Después de años de entrenamiento, la antigua tendencia habrá desaparecido.

• Piensa constantemente que el autocontrol es una gran virtud:

Hay personas que tienden a la ira porque quizás en sus casas escucharon que el enojo es una muestra de autoridad, valentía, buena personalidad, etc. Pero esa idea es completamente errada, quienes se enojan con facilidad muestran una debilidad de carácter y menor capacidad de liderazgo y dirección. EL AUTOCONTROL es una excelente virtud y debes pensar en ello siempre. Si te miras a ti mismo como una gran persona porque te mantienes sereno ante diversas situaciones, entonces será más fácil conseguirlo.

La ira en la gran mayoría de los casos es tan solo un ejemplo de descontrol emocional y una muestra de cómo funciona la programación mental, es la expresión de una costumbre que puede cambiarse. Así como bebes suficiente cantidad de agua de manera automática, sin pensarlo demasiado, también podrás tener una personalidad paciente, tranquila y que mantiene una actitud serena en diversas situaciones.